Director de cine británico nacido en Aylesbury (Buckinghamshire). Cursa Estudios de Derecho e Historia en Cambridge. En 1964 realiza su primera producción para la Granada Television, Seven Up. Curiosamente, ésta será una de las películas que marquen su carrera, y también la más experimental: se trata de un documental sobre un grupo de niños y niñas ingleses de siete años que tiene la intención de repetir en períodos sucesivos de otros siete años. Así, en varios años (1978, 1985, 1991 y 1998) realiza otros tantos documentales sobre ese mismo grupo de niños cuando éstos alcanzan diferentes edades. En sus trabajos para la televisión, alterna producciones de ficción y documentales, algo que será una constante a lo largo de su carrera. Debuta en la dirección cinematográfica con La máscara y la piel (1972), protagonizada por Glenda Jackson y Oliver Reed. Junto a films más personales como El ídolo, ascensión y caída de una estrella del rock y su grupo -con un pequeño papel del batería de The Who, Keith Moon-, realiza subproductos como The Squeeze, con Stacy Keach. Agatha (1979), su primera película americana, es una ambiciosa historia de intriga alrededor de la figura de la escritora Agatha Christie y un periodista americano, interpretados por Vanessa Redgrave y Dustin Hoffman. Dos años más tarde rueda Quiero ser libre, basada en la autobiografía de la cantante de country Loretta Lynn, que le valió a Sissy Spacek el Oscar a la mejor interpretación. Tras la irregular Continental Divide, con guión de Lawrence Kasdan y que no obtiene prácticamente repercusión, pese a contar con lo que sería la última actuación de John Belushi antes de su prematura muerte, su carrera se recupera en parte con Gorky Park (1983). Con un buen reparto encabezado por William Hurt. Continúa realizando, mientras tanto, otras labores al margen de su carrera, como películas para la televisión y documentales: en 1985 rueda el documental Bring on the night, puesta en imágenes del disco en directo del mismo nombre de su compatriota Sting, o la producción ejecutiva del Drácula, de Bram Stoker, de Francis Ford Coppola. Una de sus constantes como director es elegir a menudo historias cuyas protagonistas son mujeres. Su trabajo más conocido, Gorilas en la niebla (1988), con Sigouney Weaver nominada al Oscar por su interpretación de la bióloga Dian Fossey, es un claro ejemplo. Esta película participa a su vez de otra de sus grandes fijaciones, las historias basadas -o inspiradas- en hechos reales. En 1992 se repite esta tendencia con Corazón Trueno y el documental Incident at Oglala, ambas con las reservas indias como escenario y el FBI como protagonista. Nell (1994) supone otra revisión del tema del pequeño salvaje interpretada por una histriónica Jodie Foster. De sus films posteriores destacan, una entrega de James Bond, El mundo nunca es suficiente (1999), Enigma (2001) y Las Crónicas de Narnia: La travesía del viajero del alba (2010).
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